YO Y EL CINE

Recientemente pude disfrutar de una de las obras maestras del gran actor londinense Charlie Chaplin. Se trataba de "El Gran Dictador". Puede que no destaque ni en calidad de la imagen ni, algo en lo cual discrepo, en humor, pero de lo que sí puede presumir es la crítica que realiza de manera irónica. Se encarna en la figura de un "loco bajito", líder de la ficcticia Tomania, quien tratará de expandir sus ideales fascistas por todo el mundo. Todo ello, mientras en el mundo real, Hitler se había hecho con el poder en Alemania. Es decir, realizaba una crítica, de manera sutil, hacia los hechos acontecidos durante esos año. Hoy en día, dicha película se podría comparar con "The Interview" ("La Entrevista"), aunque está a años luz en cuanto a crítica se trata, ya que ésta únicamente buscaba una repercusión mediáticas más que una crítica. A diferencia de en "El Gran Dictador", en "The Interview" la figura del líder norcoreano Kim Jong-un está representada en su totalidad, sin ningún tipo de sobrenombre, con el cual el espectador tenga que darse cuenta de quién están criticando. Salvando las distancias, se tratan de dos películas críticas con un tipo de gobierno, con la situación vigente. Es por ello, que habiendo visto las dos, creo que el cine está dejando de ser crítico, ya que no interesa hacer pensar al espectador, ni que tampoco éste se dé cuenta de los aspecto negativos de las cosas, para eso ya están los telediarios, o eso parece.

"Entrar en un jardín de flores preciosas, salir a otro de flores marchitas"

Es el claro ejemplo de qué es el cine en la actualidad. Convencer al espectador de una historia, que pueda ocurrirle a cualquiera, pero que finalmente acaba teniendo un final feliz. No entiendo una película que no haga pensar al espectador, ya que últimamente parece que sólo interesan aquellas películas que nos hacen olvidar los problemas del mundo. Ahora, en un momento complicado economicamente para una gran mayoría, el cine debería servir para hacer reflexionar a las masas sobre por qué hemos llegado hasta aquí y cómo podemos salir. Pero siendo realista, no creo que al productor, ese millonario que quiere ser más millonario todavía produciendo una película, de la cual sólo le interesa los ingresos que pueda tener, sin importarle siquiera que, por ejemplo, se degrade a la mujer en dicha película. Vivimos en un mundo en el que, por suerte o por desgracia, las ideas necesitan del dinero para que éstas se hagan realidad. Por eso, guionistas y actores se mueren de hambre, habiendo dado la vida por la película, mientras el productor ha conseguido hacerse más rico todavía, únicamente habiendo firmado un cheque de un gran número de ceros que para la gran mayoría sería una cifra escalofriante, siendo para él una cantidad de dinero insignificante.

No pretendo caer en el tópico de que el cine español es deprimente y que ninguno de sus actores se salva, ya que no creo que sea así. Aunque sí que hemos llegado a una situación en la cual catalogamos a las películas de una manera exacerbada, sólo para que el espectador se sienta atraído y haga el esfuerzo de gastarse una gran cantidad de dinero, para finalmente llevarse una gran decepción. No sé si se ha notado, pero se trataba de una situación vivida en primera persona, con, nada más y nada menos, que "la comedia del año". Así es como han definido a la película "Perdiendo el Norte", la cual parecía ser "la Ocho Apellidos Vascos del 2015", aunque, sintiéndolo mucho por aquellos que hayan participado en ella, no volvería a perder una hora y media de esa manera. Es una comedia que, al igual que "Ocho Apellidos Vascos", se basa en los tópicos españoles y además, en este caso, alemanes. Tiene dos o tres bromas que son muy recurrentes cuanto menos y estoy seguro de que harán reír a un gran número de espectadores, una pena que sean las que salen en el tráiler. Pensaba que sería una crítica humorista a por qué tiene que emigrar tantos españoles a Alemania, pero la verdad es que si había crítica, estaba tan escondida que no la pude ni apreciar. Aunque pensándolo mejor, no creo que hoy en día, a pesar de que sería lo correcto, los directores españoles de cine opten por películas críticas hacia el Gobierno, de quienes reciben ayudas económicas a través de subvenciones.

No pretendo con esto decir que toda película sea una crítica hacia cualquier tipo de Gobierno, ni mucho menos. Deben existir películas de todos los géneros, desde western hasta, incluso, erótica. Lo único que trato es de recomendar a aquel guionista o director que no se deje amedrentar por el sujeto que vaya a finanziarl su película, bien sea un Gobierno o un mero "ricachón". Y sobre todo, si su intención es criticar, que lo haga de la manera más explícita posible sin miedo a represalias alguna. Al fin y al cabo, el cine es cine y está hecho para entretener y no para convencer, como método de propaganda. Finalmente, como diría Rick en "Casablanca", "Siempre nos quedará París."